Los árboles son máquinas mágicas que absorben carbono del aire, cuestan muy poco, ayudan a limpiar el aire que respiramos, filtran el agua que bebemos y proporcionan hábitat para más del 80% de la biodiversidad terrestre del mundo.
Nuestro objetivo es, por un lado, evitar las emisiones de CO2 a la atmósfera con nuestro vidrio y, por otro lado, con los árboles que plantamos para absorber el CO2 ya emitido.
Plantaremos estos árboles en regiones que han sufrido los estragos de la deforestación o los incendios, como el Amazonas, África subsahariana, India o Indonesia.
Además, otros beneficios de plantar árboles son evitar el hambre en algunas comunidades, proteger la biodiversidad y apoyar las economías locales.